Partidazos: Liverpool - AC Milán 2005

En periodo estival y a falta de fútbol he tenido a bien rememorar el partidazo que nos ofrecieron hace ya seis años el Liverpool y el Milán en la final de la liga de campeones. Para entender mejor todo lo que aconteció en aquel día debemos ponernos en antecedentes porque aunque ha pasado relativamente poco tiempo desde aquel día, han cambiado muchas cosas en el fútbol.

Aunque hoy día el AC Milán no pueda sonar como favorito en las quinielas para llevarse la liga de campeones en 2005 este equipo venía de ganar el Calcio y tenía uno de los mejores equipos del mundo. Empezando por la defensa y acabando por el ataque. Si repasamos la alineación, la verdad es que todos los jugadores de ese Milán eran excelentes.

El Liverpool, otro grande de europa en horas bajas, llegó a la final como sorpresa. Si bien era un buen equipo no había hecho una campaña brillante en Europa. Pasó la fase de grupos en segundo lugar y por gol average, empatando a puntos con el Olimpiacos y sacándole tres goles de diferencia.
Poco a poco fueron avanzando en las eliminatorias y en semifinales dieron el primer aviso serio eliminando al todopoderoso Chelsea de Abrahamovic, un equipo diseñado para ganar la champions que un año más había sido apeado en semifinales.

Con este caldo de cultivo llegó el 25 de mayo de 2005 en Estambul. Dos equipos que habían seguido trayectorias muy diferentes hasta llegar a la final: El Milán había vencido sus eliminatorias con relativa comodidad y un juego muy contundente y el Liverpool que había ido de menos a más. Y aunque sus jugadores no tenían tanto renombre a base de casta y trabajo habían formado un bloque magnífico.

La defensa del Milán era de lo mejor que se ha visto en mucho tiempo.

EL PARTIDO

Y comenzaba el partido. Es una superstición curiosa pero en cualquier deporte cuando hay una copa en juego nadie quiere tocar el trofeo antes de ganarlo. Se dice que da mala suerte y pocas veces se ve a algún valiente que haga el gesto de tocar el premio. En este caso el centrocampista Genaro Gattuso tocó la copa.

Aquello no pareció dar mala suerte porque en el primer minuto de juego Maldini marcó el 1-0 para el AC Milán. Curiosamente y a pesar de su longeva trayectoria creo que es el único gol que marcó en liga de campeones en toda su carrera.
Y por parte del Liverpool si sabes que sobre el papel eres inferior, empezar con un tanto en contra ayuda poco. Aún así la primera parte estuvo igualada, si bien es cierto que siempre dio la sensación el Milán de estar un peldaño por encima.

En un pequeño despiste defensivo Crespo hizo el 2-0 en el 39. Y antes del descanso un magnífico pase de Kaká le dio el 3-0 de nuevo a Crespo en el 44. En cinco minutos el Liverpool había recibido dos mazazos que les había dejado completamente groguis.

Con este panorama terminó la primera parte. Las caras de los jugadores Ingleses eran un poema, entre la desolación y la resignación. Rafa Benitez, el entrenador, permaneció inmóvil mientras veía cómo sus jugadores iban hacia el túnel de vestuarios. Y en ese cuarto de hora de descanso algo mágico debió pasar porque aunque Rafa Benitez siempre ha reconocido que en aquel momento no encontraba las palabras para transmitirles a sus jugadores la pasión suficiente hubo un cambio en la actitud de todos, empezando por la grada:
Cuando toda la hinchada italiana celebraba el resultado poco a poco se fueron apagando. La segunda parte parecía un trámite hasta levantar la copa y es ahí cuando la afición del Liverpool comenzó a cantar su himno al descanso. Era una declaración de intenciones, a pesar de la que les estaba cayendo no iban a dejar que su equipo hiciera el ridículo.
Enlace
Algo extraño había en el ambiente y al comienzo de la segunda parte los ingleses parecían ser más rápidos, estar más atentos y sobre todo jugar mejor.
Así, en el '56 Steven Gerrard marcó el 3-1 en un remate de cabeza en el que marcó perfectamente los tiempos. Su celebración fue levantar los brazos e incitar a la grada a seguir animando.
Dos minutos después Smicer anotó el 3-2 y el Milán se dio cuenta de que esto no había terminado. La gente enloquecía ante el espectáculo que estaba viendo. Los nervios se apoderaban de todo el mundo.

En el '60 Gattuso cometió un penalty sobre Gerrard y todo el estadio enmudeció. Ahí estaba el empate, sólo había que meterla y la responsabilidad recayó sobre el donostiarra Xabi Alonso. Tomó aire, cogió carrerilla y falló el penalty. Afortunadamente cogió el rechace y empató a tres el partido. Lo más difícil estaba hecho y todavía quedaba media hora.

El encuentro estaba igualado, los equipos se habían vuelto mucho más conservadores y estaban más a cara de perro que nunca. Nadie quería arriesgar. Así llegamos al final del partido, aguardaba la prórroga.



En la prórroga se siguió el mismo guión, los dos equipos respetándose muchísimo aunque el Milán estaba mejor y sobre todo daba la sensación de estar más entero. Smicer tenía calambres y los cambios estaban hechos, Cissé había salido para intentar sorprender en alguna carrera larga pero lo cierto es que estaba arriba completamente sólo.

La mejor ocasión de toda la prórroga la tuvo Schevchenko en un remate a bocajarro que Dudek despejó y el rechace a 5,5m de la linea de gol le volvió a caer a Schevchenko que de nuevo falló ante Dudek. Se que es cosa mía, pero cada vez que veo la cara del portero al hacer la doble parada pienso que en aquel momento es cuando de verdad empezó a creer que iban a ser campeones.

Para mi este momento fue clave.

La prórroga había terminado y en una nefasta tanda de penaltis el Milán falló 3 de los 5 lanzamientos. El penalty definitivo lo falló Schevchenko, todo un especialista.


El Liverpool se proclamó así campeón de Europa y veintiún años después volvió a levantar el título.
En 2007 el Milán se tomaría la revancha venciendo en la final al Liverpool, pero eso es otra historia que quizá algún día contemos.

Aquel partido me pareció maravilloso, de hecho es el último gran partido que me ha marcado. Y tú, ¿qué otro partido tienes en la retina que no puedes olvidar?

Matt Le Tissier- Le God

Varias veces hemos hecho mención a la basura en la que se ha convertido el fútbol moderno, lleno de sabandijas, chupacoleópteros y abrazafarolas, como diría el gran José Maria Garcia. Pero gracias a Dios, aún nos queda el recuerdo de aquellos jugadores que nos recuerdan que el fútbol alguna vez fue romántico, y que vestir los colores de tu equipo era más importante que todo el oro del mundo. Jugadores que renunciaron a grandes fortunas, por amasar una más pequeña pero defendiendo los colores del equipo de sus vidas.




Tenemos varios ejemplos de este tipo de jugadores, obviamente como aficionado al Athletic, me viene a la cabeza el nombre de Julen Guerrero, que se mantuvo en nuestro club rechazando cheques en blanco provenientes del Milan, del Madrid y de otros grandes de Europa, o de Francesco Totti que permanece en la Roma desde que inició su carrera.

Hoy, dedicando esta entrada a mi buen amigo Ivane, querría hablaros de otro gran jugador de esa misma época, y no es otro que Matt Le Tissier.






Citando a nuestra vieja amiga wikipedia y a nuetros amigos de Don Balon dejo su historia futbolística:

Matt Le Tissier, nació en Guernsey, una isla situada en el Canal de la Mancha, entre Inglaterra y Francia. Sin duda fue uno jugadores ingleses con más calidad de los últimos veinte años, equiparable a Paul Merson o Paul Gascoigne. Sin embargo, hubo un factor para que Matt no fuera tan reconocido como ellos, su amor a los colores de un equipo, el Southampton FC, más acostumbrado a luchar por evitar el descenso que por optar a cotas más altas
Matt dedicó toda su carrera al club de sus amores, donde coincidió, entre otros, con Shearer antes de su marcha al Blackburn Rovers. Por allí pasaron jugadores que, más tarde o más temprano, terminaban aceptando un contrato para defender a otros clubes de mayor prestigio y objetivos. Él no, él decidió ser fiel a los Saints hasta convertirse en prácticamente un Dios entre los aficionados que, semana a semana, acudían al Victorian former ground (The Dell) donde lo recibían al grito de "he is God, Le God". Vistió la camiseta rojiblanca en algo más de 500 partidos entre liga, Copa y Copa de la Liga, anotando más de 200 goles en quince temporadas (1986-2002).
Sus mejores años fueron, sin duda, desde la temporada 89/90 hasta la 94/95. En esos seis años, Le God anotó la nada despreciable cifra de 96 tantos en liga de entre los que destacó el que le marcó al Blackburn desde casi el círculo central en la temporada 94/95, que fue elegido "Gol de la temporada" por votación popular.
En mayo de 2002, Matthew Le Tissier tuvo su partido homenaje que enfrentaba al Southampton contra Inglaterra en un combinado donde vinieron muchos de sus ex-compañeros, Alan Shearer, Tim Flowers, Paul Gascoigne, Ronnie Ekelund... y como entrenadores Alan Ball, Kevin Keegan, Lawrie McMenemy... La ciudad llenó el estadio con 32.000 aficionados.
Le fue concedido el título de "Freedom of the city" (libertad de la ciudad) por el consejo de Hampshire.
Actualmente trabaja para SKY y ha obtenido la licencia pro de Management por lo que puede ser entrenador en cualquier división.

A lo largo de sus 16 temporadas en el club, Matt Le Tissier recibió suculentas ofertas para cambiar de aires siendo famosas las del Chelsea, Lazio o Atlético. Cualquier otro jugador hubiera caído en la tentación de fichar por un grande y abandonar el "purgatorio" de luchar cada temporada por la permanencia. La idea de lo modesto que era el Southampton es el hecho que según el propio Le Tissier el mejor jugador con el que jugó fue el danés Ronnie Ekelund (ex del Barça B). Pero Matt siempre fue fiel a sus colores y nunca quiso escuchar los cantos de sirena que venían de Londres, Manchester o Liverpool.

Él, como hombre que nació en una isla, siempre supo que los cantos de sirena se escuchaban mejor en Southampton, población costera, y allí se quedó hasta convertirse en la mayor gloria futbolística que el club ha dado en su historia. No obstante, el precio que debió pagar por esa decisión fue alto, hasta el punto que sólo jugó 8 partidos con los pross lo que es uno de los sacrilegios más grandes de la historia del fútbol (el como le ha ido a Inglaterra demuestra el error y la injusticia que cometieron Glenn Hoddle y compañía).






Arte
La concepción de arte en el fútbol se reinventó en las Islas gracias a Le Tissier. Esta afirmación categórica no es para nada exagerada, y prueba de ello es que para muchos ingleses, Matt ha sido el mejor futbolista inglés de los últimos 20 años, si bien tal vez no fue el más completo, sin duda fue el más técnico y el más plástico. Un lujo para los ojos. Un pintor...un artista.

Ver como conducía el balón recuerda rápidamente a la manera en que el gran Zidane lo hacía. Su pegada de balón con la derecha era temible y certera hasta el punto que cuando las escuadras de las porterías del St.Mary's Stadium estaban sucias, rápidamente aparecía Matt para limpiarlas.

Sus regates y su manera de correr parecían un baile perfectamente acompasado pese a que a veces "le pesara el culo" como el solía decir, y es que Matt tenía entre sus vicios el chocolate y la cerveza. A veces daba la sensación que era tan superior a sus rivales y a sus propios compañeros de equipo que le daba hasta vergüenza demostrarlo. Como si no quisiera abusar.

Además de toda su clase y de todo su arte, Matt nos dejó unas cuantas perlas a lo largo de su carrera:



"Me llamaban Le God, pero podría haber sido Matt The Fat [Matt el gordo]. Bebía tanta cerveza antes de los partidos que a veces me pesaba el culo. También me pasaba con las hamburguesas y el chili (…) Cuando me llamaban Dios, no sabía qué decir, sobre todo si me cruzaba con un cura…Yo no era Dios, claro."

"Es fácil jugar en el Manchester United o en el Liverpool. (…) Yo prefiero jugar al borde del abismo, con presión, sacando a un equipo de bajar a Segunda. Jugar en los mejores clubes es un reto bonito, pero hay un reto mucho más difícil: Jugar contra los grandes y ganarles. Yo me dedico a eso…"

Ronnie Ekelund, ex-compañero de Matt: "Antes de un partido en casa, Matt me comentó que el Chelsea le había hecho una oferta de tanto, tanto dinero, que la vida de los hijos de sus hijos estaría resuelta. - confiesa Ronnie Ekelund- Luego se calzó las botas, se puso la camiseta con el siete a la espalda y me dijo que él no valía todo ese dinero. Aquel día ganamos, Matt marcó un golazo, se duchó y se fue a casa. Nunca devolvió la llamada al Chelsea."

Mark Crossley, ex-portero del Nottingham Forest: Él era un seguro de vida, pero la pegó mal y lo paré. Ganamos 1-2 y, después del partido, Matt se me acercó y me dijo que algún día tenía que fallar, y que esperaba que mi parada me diera buena suerte para jugar algún día con mi selección.

Sin duda uno de los grandes,

David Zabriskie, entre comics y bicicletas.

Muchas veces, durante esas maratonianas sobremesas bicicleteras con de Andrés y Delgado, te da por fijarte en pequeños detalles del pelotón; te paras a pensar cómo están estructurados los equipos, te fijas en quién baja a por bidones para el resto de sus compañeros, quién charla con los demás colegas del pelotón sean compañeros o rivales, quién lleva algún distintivo de campeón de algo en su maillot o casco y la verdad es que os tengo que confesar que a pesar de ver a todos estos personajes durante unas cuantas horas si me cruzo por la calle con el 90% de ellos sería incapaz de reconocerlos. Entre el casco, las gafas y el traje no tengo ni idea de qué aspecto tendrán fuera de la carrera.

El año pasado en medio de todas esas horas de ciclismo ininterrumpido hubo un personaje que me llamó bastante la atención, y entre todo el pelotón me dije ¿quién coño lleva ese bigote?


Se trataba de David Zabriskie. Lol, de Utah tenía que ser.
No os creáis que no le conocía, a poco que os guste el ciclismo os sonará de ver en el Garmin al campeón de Estados Unidos contra el crono; Es él, Zabriskie. Además los más observadores habréis visto cierto parecido entre la rueda lenticular que lucía el año pasado y el escudo del capitán américa.
Este año ha revalidado campeonato pero en vez de seguir con el escudo en la rueda, directamente se lo ha puesto en el casco. Ante este detalle sólo me queda dedicarle un artículo y buscar información suya en internet. ¡Y menudo crack está hecho!

Entre las bicis del Garmin las suyas destacan especialmente.

Antes del tour Zabriskie fue noticia en el mundillo por hacerse vegano. Quizá haya algún vegano que nos esté leyendo y piense '¿Y por esto es noticia?'. Pues , en un deporte en el que se mide tanto la alimentación y los esfuerzos choca que alguien rechace las proteínas de la carne y tenga que sacrificar tanto su dieta. Sólo conozco otro exciclista que rechazaba la carne; Robert Millar.

De todos modos es casi tan curiosa la noticia como el por qué de su decisión: Vio documentales sobre el trato que sufren los animales en las grandes granjas industriales y decidió que estaba mal lo que hacía. Además unos exámenes médicos le diagnosticaron una propensión alérgica a ciertos alimentos, así que simplemente dejó de comer carne. Lo mejor de todo es que según ha reconocido desde que es vegano se fija mucho más en su alimentación, antes simplemente trataba de llevar una dieta equilibrada y ahora presta mucha más atención a lo que consume.

Pero lo mejor llegó cuando entré en su web y le conocí un poco más.
Normalmente los deportistas cuelgan en su web fotos en las que aparecen triunfando dentro de su deporte, fotos de algún partido que son bonitas, fotos vanidosas de alguna sesión para alguna revista o artículos suyos escritos por otra persona. En definitiva cosas que no te dicen nada que no sepas.
En la web de Zabriskie sin embargo tienes fotos como las que puedes colgar cualquier día en facebook; fotos haciendo el retra o fotos de alguna cosa que has visto. Ahí es dónde de verdad se conoce a la persona.

Zabriskie no usa Batmóvil, usa Batbici.

Haciendo una recapitulación rápida sin duda las que más me han gustado son las del Batmovil de la serie de 1966 y las diferentes instantáneas sobre Hellboy; ya sea con la gabardina de la peli, con el director de la misma, Guillermo del Toro o leyendo un cómic en una concentración.


Por supuesto, como fan de la cultura Pop no se ha perdido la Comic Con que se ha celebrado hace poco en San Diego...

Aparte de las fotos curiosas, David Zabriskie se ha ganado mi admiración por su blog. Lógicamente está en inglés pero si os paráis a leerlo pronto os daréis cuenta de que además de notarse que está escrito por él, está bastante bien redactado.
La lectura de la presentación de Thor Hushovd en el tour y la caida que le hizo abandonar la carrera es interesantísima.

Esperemos ver a este megacrack del ciclismo mundial este año en La Vuelta. Mi corazón se lo ha ganado y es, sin ninguna duda un digno merecedor de una entrada en putofutbol.