La liga deportiva robot.

Hace unos días hablaba de los Detroit Pistons y mencionaba de rebote el Bill Laimbeer's Combat Basketball. Hoy quería hablar de videojuegos con licencias absurdas y futuristas. Bueno futuristas; futuristas de los 90, que no es poco.

El panorama deportivo-virtual ha cambiado mucho desde entonces hasta nuestros días. Hoy te compras un juego y te preocupas de que estén todas las licencias originales, los escudos de los equipos y la información más completa posible. Ya no existe esa imaginación made in japan que tenían los programadores para hacer divertidos videojuegos de robots que practican deporte.
Y es que antes la batalla no estaba en tener todas las licencias. Antes la desarrolladora pagaba por tener la licencia de un jugador concreto y que sea el usuario quien imagine que los rivales también son los 'rivales oficiales'.

Mezcla un poco de todo esto nació el antes mencionado Bill Laimbeer's Combat Basketball.
En el año 2030 el baloncesto se ha convertido en un deporte extremadamente agresivo en el que sólo participan robots humanoides y Bill Laimbeer, el único humano que no teme a la dureza de la liga robot de baloncesto. En esa liga los jugadores son reemplazados en cada partido porque al terminar quedan destrozados. Todos salvo Bill Laimbeer, que por lo visto es indestructible.
Quienes han jugado dicen de este juego que es un pestiño, tanto por la deprimente IA de la máquina como por el control (tan sólo se utiliza un botón para jugar).


Bill Laimbeer es más duro que tú y lo sabes.

Si el baloncesto tenía liga robot el fútbol no podía ser menos y con Soccer Brawl pudimos vivir la pasión del fútbol del futuro. En esta ocasión el deporte rey es una mezcla de 'soccer' y fútbol americano donde todo vale, desde romper a tu rival y dejarle echando humo, hasta hacer super tiro y machacar al portero. El juego es bastante entretenido y siempre que pongo un emulador de Neo Geo es de los primeros en caer a pesar de que España vista a rayas rosas y verdes. Y es que nunca supe qué problema tuvo SNK con España porque tanto aquí como en el primer Super Sidekicks los colores de la selección no son los correctos.


¡Y españa vuelve a ganar el mundial!

Y ya que la liga robot se había puesto de moda apareció la segunda parte del Power Spikes en el que podías elegir entre jugar con hombres, mujeres y la 'hiper liga', con robots humanoides. Esta vez no había países sino equipos asesinos como los 'lethal machines', 'metal breakers' o los 'power spikers'. ¿Qué diferencias había entre hombres, mujeres o robots? Que yo recuerde ninguna salvo el árbitro que en liga robot era una suerte de Cortocircuito. Decir del juego que anduve viciadísimo durante una temporada a la recreativa. Divertido como pocos.


Los que comentan este vídeo desde luego no tienen ni puta idea, el juego era buenísimo.


Por último no quería olvidarme del 'The Mission'. Llegaba la eurocopa del 2000 y como es costumbre Nike sorprendía a los telespectadores con un anuncio-superproducción en el que una horda de robots robaba el balón Geo Merlin y se las tenía que ver contra el equipo Geo Fuerza que estaba protagonizado por las superestrellas Edgar Davis, Luis Figo, Nwankwo Kanu, Andy Cole, Thierry Henry, Fabio Cannavaro, Josep Guardiola, Liliam Thuram y Dietmar Hamann. ¿El entrenador de aquel elenco de campeones? Louis Van Gaal.
Contra todo pronóstico el juego no era de fútbol, sino de avanzar por un edifico a balonazo limpio esquivando las trampas mientras acabamos contra los robots ninja enemigos a pelotazos. Y es que, ¿quién no ha querido entrar nunca en un lujoso edificio y destrozar todo a balonazos?
Como no podía ser de otra manera el juego era un truñazo de cojones y aunque lo tenía en mi videoclub para alquilar y me picaba la curiosidad, nunca gasté mis pesetas con semejante producto.

Para mayor chapuza algunos jugadores no coincidían entre el juego y el anuncio.

Hasta aquí mi breve repaso por los juegos deportivos con robots como protagonistas.
Por desgracia las compañías arriesgan cada vez menos con sus lanzamientos y lanzan eternas continuaciones de éxitos pasados, obligándonos así a ver nuevos Resident evil cada vez más desaboridos o la enésima parte de Castlevania.
Será difícil que volvamos a ver un juego deportivo con robots creado por el simple placer de divertir, ahora lo que pega son los simuladores deportivos ultrarealistas.
Al menos aún nos quedan los juegos de lucha. Un terreno que permanece intacto con el paso del tiempo y al que algunas tramas absurdas o los golpes imposibles favorecen y si no, ¿qué sería del Tekken sin Kuma o de Ryu sin lanzar Hadokens?
El día que eso ocurra los videojuegos habrán terminado de perder su fantasía.

Los Detroit Pistons 'Bad Boys'.

En la papelería de al lado de casa todos los años hay distinto merchandising cuando comienza el curso escolar. Estuches, mochilas y carpetas de distintas temáticas.
Suele haber cosas que con el tiempo quedan horriblemente desfasadas: Miguel Angel Muñoz, Rosa de españa, El señor de los anillos, Hanna Montana, Justin Bieber...
Nunca falta a su cita las mochilas de Los Simpson, La Barbie, Spiderman y la NBA.
Y entre la NBA todos los años están las carpetas de los Lakers, Celtics Boston y algún otro equipo de moda. Ahora es Miami, antes eran los Bulls y mucho antes eran los Detroit Pistons.

Y me pregunto yo, ¿Qué hicieron los Pistons para estar en la papelería de al lado de casa?
Pues molar, a finales de los 80 Detroit molaba.

A pesar de que dentro de los USA el estado de Michigan, y en particular la ciudad de Detroit, siempre ha tenido fama de ciudad fabril, gris y macarra ese estilo tuvo su momento. Héroes como Robocop fueron creados para traer la seguridad a las calles de la ciudad, una cantante oriunda de Michigan como Madonna se encumbraba como 'la Reina del pop', la gran industria y los coches más grandes se fabricaban en Detroit. Y para colmo los Pistons ganaban los anillos del '89 y '90 con un juego muy característico que les hacía ser llamados los 'Bad Boys' de la NBA.

¿Y cuales eran las características de ese juego?
Vayamos por partes, que esta pregunta tiene miga.

Comencemos por el entrenador, Chuck Daly. Un tipo muy inteligente que sabía sacar el máximo provecho a las características de cada equipo que le tocaba entrenar. Si tenía en sus manos un elenco de talentos como el Dream Team de Barcelona '92 simplemente les hacía jugar como los ángeles. Si tenía un grupo de jugadores defensivos y broncos como es el caso, priorizaba la defensa frente al ataque y cambiaba constantemente a sus jugadores para que en todo momento estuviesen frescos y atentos. Gracias a esto conseguía sacar a los rivales de sus casillas. Bueno, a esto y a que la mayor parte de su quinteto titular eran expertos en provocaciones y juego sucio.


En defensa tenemos a dos auténticos leñeros: Rick Mahorn y Bill Laimbeer.
Rick Mahorn (a la derecha de la foto) fue apodado como 'el más malo de todos ellos'. Como no podía ser de otra manera era un mostrenco enorme, que no dudaba en agarrar de manera descarada si iban a penetrar a canasta o liarse a tortas si la situación lo requería. Hoy día siendo entrenador del equipo femenino de Detroit sigue protagonizando peleas desde el banquillo.

El siguiente es Bill Laimbeer (a la izquierda). No os dejéis engañar por su cara de niño bueno, este macarra de familia millonaria suplía su falta de velocidad y salto con codazos e insultos. Un suplicio jugar cerca suyo porque en todo momento provocaba al rival hasta que este saltaba y se organizaba la tangana. Su fama se extendió tanto que protagonizó un juego de SNES llamado 'Bill Laimbeer’s Combat Basketball'.


¿Dónde vas Larry?


Para equilibrar un poco todo esto, porque sólo a base de golpes no sale un equipo campeón, estaba Joe Dumars. Un escolta genial en lanzamientos lejanos y por si fuera poco era un gran defensor. Probablemente fruto de las estrategia general del equipo se le exigía defender más que al resto de jugadores de su posición. Aún así su mérito fue reconocido y fue MVP en la final del 89 y seis veces All-Star

Otro de los componentes del quinteto titular fue Mark Aguirre, y como no podía ser de otra manera tenía un caracter un poco controvertido. Ya en la universidad se ganó el apodo de Muffin man debido a su sobrepeso (120kg y 1,98m). Además de sus portentosos números, otro de sus logros de la época universitaria fue el de adelgazar llegando a unos aceptables 101kg.
Nadie dudaba de su calidad pero sí de su personalidad. Como jugador era un 'chupón' y mostraba mal caracter cuando alguien se lo reprochaba. Tanto es así que en más de una ocasión echó a perder algún partido con acciones individuales innecesarias.
Tras la era universitaria fichó por los Mavericks donde a pesar de ser el segundo máximo anotador de su historia se deshicieron de él por el ambiente que creaba en el vestuario.
Y de los Mavericks pasó a los Pistons...
En Detroit tampoco comenzó bien y no se adaptaba al juego de sus compañeros hasta que en una cena de equipo Bill Laimbeer le expuso las críticas de todos sus compañeros y contra todo pronóstico se lo tomó a bien y aprendió. A partir de ahí todo fue mejorar.

De postre he reservado a la auténtica estrella de este equipo; hablo de Isiah Thomas, un tipo que encarnaba como nadie la filosofía de este equipo: Tenía la clase de un campeón y el juego sucio de una rata.
Quizá no sea tan famoso como Jordan, Bird o Magic pero sus números no están muy por detrás de ellos. No en vano está considerado como el mejor Piston de la historia. El problema es que le perdía su caracter. Era un auténtico hijo de puta. Jugar contra él suponía recibir provocaciones, insultos y burlas. No era el que iniciaba las tanganas pero sí el que las provocaba y gracias a esto fue vetado por sus propios compañeros para ir a las olimpiadas de Barcelona '92. En su libro 'Magic' Johnson dice: "Isiah fue su mayor enemigo para que no estuviese en los Juegos Olímpicos. Nadie dentro del equipo quería jugar con él...Michael (Jordan) no deseaba jugar con él. Scottie (Pippen) no quería tenerlo de compañero. Bird no apoyó su presencia y Karl Malone mucho menos".
Nadie olvidaba en la selección que este tipo les había estado haciendo la vida imposible meses atrás y por eso le boicotearon.

Estas cosas no se olvidan en la selección...

Pues esta es la pandilla de cabrones que hicieron historia hace unos cuantos años. Tenemos a dos púgiles en defensa, un chupón, un tipo inaguantable y a Dumars como excepción. Así hicieron historia y concienciaron al baloncesto de la importancia de la defensa. Queridos por unos y odiados por otros la verdad es que consiguieron captar la atención del público y las cámaras. Cuando la gente veía un partido de los Bad Boys la mitad del espectáculo estaba en las jugadas y la otra mitad estaba en ver cuándo se montaba la tangana.
Y es que cuando el juego sucio es tan evidente y descarado se hace hasta inocente y entrañable. Y esto también tiene su encanto.


50 MOMENTOS DEL BASKET FIBA: #48

 
Final de la Liga italiana 2004-2005. Frente a frente, Armani Jeans Milano y Climamio Bolonia, con grandes jugadores como Coldebella, Singleton, Calabria, Djordjevic, Basile, Smodis, Bellinelli o Lorbek.

Al cuarto partido se llega con ventaja 2-1 para los boloñeses, pero el Armani Jeans no está dispuesto a hincar la rodilla y domina el marcador en todo momento. No obstante, un arreón final del Fortitudo le permite llegar perdiendo por un punto a falta de 24 segundos para el final. Djordjevic bota el balón frente a Basile, amasa la pelota mientras pasan los segundos y al límite de a posesión asiste a Calabria para que falle un triple que devuelve la posesión al Fortitudo. 6 segundos, Basile con el balón, se zafa del marcaje de dos jugadores, 3 segundos, pasa el balón a Ruben Douglas que a la desesperada lanza a canasta en posición forzada y consigue un triple milagroso que da el Scudetto al Climamio Bolonia.
 

¿O no? Los arbitros deciden recurrir al instant replay -instaurado durante la temporada anterior- y después de unos tensos momentos de deliberación anuncian la decisión: ¡El triple es válido, Fortitudo es campeón!. Lagrimas para Sasha Djordjevic, que despedía con derrota su último partido como profesional, y alegría para Gianluca Basile, que en su último encuentro con Fortitudo se proclamaba campeón del Scudetto y mejor jugador de las series finales.
 
 

50 MOMENTOS DEL BASKET FIBA: #49

 
Continuamos con nuestra serie sobre los 50 grandes momentos del baloncesto FIBA y lo hacemos con uno de infausto recuerdo para nosotros. Muchos de los lectores no habrán tenido la suerte o la desgracia de vivir ese momento, pero para muchos otros la palabra "angolazo" -un término que al igual que "fistro" debería formar parte del diccionario de la Real Academia- simboliza el ocaso de una de las mejores generaciones del baloncesto español, el final de una etapa gloriosa y llena de éxitos.

1992 fue un año histórico para España, a la Exposición Universal de Sevilla y la Capitalidad Cultural Europea de Madrid, se unió la celebración de los XXV Juegos Olímpicos, y todo ello contribuyó a proyectar en el resto del mundo una imagen moderna y desarrollada del país. Las Olimpiadas fueron un éxito rotundo de organización y participación, y nos dejaron un buen saco de momentos inolvidables: la última porta de la llama olímpica a cargo de Epi, la medalla de oro de Fermín Cacho en los 1500 metros, el podio de la etíope Tulu y la sudafricana Meyer en los 10.000 metros, las 6 medallas de oro de Vitaly Scherbo...Y por encima de todo ello, el espectáculo del Dream Team en la competición de baloncesto.
 
Tulu y Meyer, el triunfo de África y el fin del apartheid

Pero entre el espectáculo y las grandes jugadas de Magic, Jordan, Bird o Charles Barkley, un lunar: la gran decepción de una selección española que no dio la talla. Cierto es que este ya no era el gran equipo de Los Angeles'84, y que el desgaste de Díaz Miguel en el cargo, la huelga de la ABP poco antes de empezar los JJOO, la discutida y discutible elección de los jugadores para el torneo y el complicado grupo que había tocado en suerte no invitaban al optimismo total, pero ni el más pesimista podía imaginar la penosa imagen que dio España en el torneo que iba a significar el adiós de algunos ilustres como Epi. En la primera jornada se perdió contra Alemania y después se ganó a Brasil. Contra la Croacia de Drazen Petrovic, solo un mal final y una lamentable actuación arbitral nos privaron del triunfo, pero lo importante es que el equipo había dado muestras de que podía plantar cara incluso a las selecciones más potentes. Hasta que llegó el partido contra Angola y se destapó la caja de Pandora.
 
Desde las gradas se lo tomaron con filosofía...
 
Todo el mundo sabía que Angola no era un mero comparsa -de hecho habían ganado a Brasil en la jornada anterior- pero contra una selección en la que sólo un integrante superaba los dos metros raspados y en la que sólo únicamente había tres jugadores profesionales, la verdad es que a España se le exigía el triunfo. Pero nada de eso, desde muy pronto se vio que Angola no iba a poner las cosas fáciles, ya que a una defensa muy dura se le sumó un trabajo en ataque realmente fluido y con gran acierto desde la línea de tres. Por su parte, España no daba una a derechas y jugaba sin ninguna tensión ni ritmo, llegando al extremo de que tras el descanso tardaron 13 minutos en anotar la primera canasta en juego. Entonces la cosa se puso realmente surrealista: los jugadores angoleños empezaron a mutar y por unos momentos Jean Jacques Conçeiçao parecía Michael Jordan, Guimaraes era un clon de Larry Bird y Dias el doble de Pat Ewing: pases por la espalda, mates estratosféricos, jugadas de exhibición... la gente no sabía si reir o llorar. Como se dijo en la crónica del partido en El Mundo Deportivo al día siguiente: "Ni siquiera reaccionaron los aficionados con muestras de enfado o indignación, porque hasta el más lego comprendió que perder de 20 ante Angola es más cómico que trágico".

Al final, España 63- Angola 83. Gran debacle con derrota por 20 puntos que ponía fin a la gran etapa que creó la afición por el baloncesto en España, y que dejaba a la selección ante un horizonte de dudas en el que era necesario un cambio y una renovación total.
 
 

50 MOMENTOS DEL BASKET FIBA: #50

Si en la NBA saben de algo es de vender su producto. Sus campañas de publicidad y de marketing suelen ser de alto nivel, encontrando siempre la manera de crear en el espectador esa necesidad de consumir baloncesto NBA, y para ello tienen muy claro que tan importante es el presente de la competición como el pasado, por eso cada dos por tres nos presentan videos contándonos quiénes eran Bill Russell, Jerry West, Magic, Bird, o Jordan.

Hace unos años, la NBA creó una lista de videos con los 60 momentos más grandes en la historia de los Playoffs, y a mí se me ha ocurrido hacer algo similar pero con el baloncesto FIBA. Acotándolo a 50 momentos memorables, intentaremos hacer un repaso a la historia de las mejores ligas europeas, con la liga ACB a la cabeza, la Copa de Europa, Eurobasket, Mundobasket.... Muchos momentos que merecen ser recordados. 

Hoy empezamos la lista con el número 50, que viene muy a colación con algo que ha sucedido recientemente: esta semana tuvimos la noticia de que Arvydas Sabonis había sufrido un leve infarto del que, por suerte, se había recuperado sin problemas. Precisamente es el lituano el que abre esta serie de mejores momentos del baloncesto FIBA con una actuación que realizó precisamente en España, y que se mantiene imborrable en el recuerdo.

En el año 1984 y con tan sólo 20 añitos, Sabonis ya era prácticamente una estrella del baloncesto europeo y mundial. Aunque todavía no había podido explotar del todo (algo que sucedería un año más tarde en el Eurobasket de Stuttgart), el pívot soviético sembraba el terror con su Zalgiris y la selección báltica gracias a su elegancia de movimientos, su gran visión de juego y su descomunal potencia y contundencia en la zona. Era el jugador por el que suspiraba toda Europa y media NBA. Como decimos, en la navidad de 1984 el Real Madrid tuvo la suerte de poder contar con la Unión Soviética en su prestigioso Torneo de Navidad, y tras las semifinales los cruces dieron lugar a la final deseada entre el equipo blanco y la legión roja.

En la final, la URSS dominó en todo momento al Real Madrid gracias a la exhibición de algunos jugadores como el gigante Tkachenko o Iovaisha, compañero de Sabas en el Zalgiris. A falta de poco más de dos minutos para acabar el partido y con todo decidido, se produjo el célebre momento: ¡Sabonis recibe un balón en la zona y machaca el aro con tanta contundencia que rompe el tablero! El cristal se resquebraja y Del Corral se aleja del lugar tras caerle algún pedazo encima. El revuelo en el pabellón es considerable y el trío arbitral duda en ese momento qué decisión tomar, por su parte los aficionados se lo toman con filosofía y comienzan a corear "¡que lo pague, que lo pague!" al bueno de Arvydas. Tras unos minutos de deliberación se decide terminar el partido en ese momento con el marcador de 78-92 favorable a la URSS, y siendo Sabonis elegido unánimemente mejor jugador del torneo, un Torneo en el que dejó una jugada para el recuerdo.

Esto sólo ha sido el comienzo del repaso que vamos a hacer a la historia del baloncesto fuera de la NBA. No se trata de una lista cerrada, así que si recordáis algún otro momento histórico o alguna jugada que os marcó, podéis sugerir su entrada en la lista para posteriores vídeos.